Investigan al SES por homicidio imprudente de la muerte de la joven embarazada en Badajoz
Investigan la muerte de Samara Calvete, embarazada de 24 años, por posible homicidio imprudente. ¿Pudo evitarse su trágico final tras cinco visitas al hospital? Analizamos las claves del caso que conmociona a Badajoz y la lucha de su familia por justicia.
La tragedia de Samara Calvete: Investigan por homicidio imprudente la muerte de la joven embarazada en Badajoz
La joven acudió cinco veces al Hospital de Llerena por fuertes dolores antes de fallecer por una peritonitis no diagnosticada, según la familia. Un juzgado admite a trámite la querella e inicia una investigación que pone el foco en los protocolos sanitarios.
Un velo de dolor e indignación cubre a la provincia de Badajoz tras la muerte de Samara Calvete, una joven de 24 años embarazada de siete meses, el pasado 29 de diciembre. Lo que comenzó con una
ilusionante espera ha terminado en una batalla legal en los juzgados, donde se investiga si su fallecimiento pudo ser un homicidio por imprudencia profesional grave. La familia, rota por el dolor, busca respuestas a una pregunta devastadora: ¿se pudo haber hecho más para salvarla?
La historia de Samara es la crónica de una tragedia que, según sus allegados, podría haberse evitado. Su caso ha puesto en marcha una investigación judicial que amenaza con sacudir los cimientos del Servicio
Extremeño de Salud (SES) y que destapa una vez más el debate sobre la calidad y la presión asistencial en la sanidad pública.
Puntos clave de la investigación:
- Investigación por homicidio imprudente: Un juzgado de Badajoz ha admitido a trámite la querella de la familia contra el personal sanitario que atendió a la joven.
- Víctima: Samara Calvete, de 24 años y embarazada de siete meses, falleció el 29 de diciembre de 2024.
- Causa de la muerte: El informe preliminar de la autopsia apunta a una peritonitis aguda, una inflamación infecciosa del revestimiento abdominal que puede ser mortal si no se trata a tiempo.
- Cinco visitas a urgencias: La familia denuncia que la joven acudió hasta en cinco ocasiones al Hospital de Llerena con un cuadro de dolor agudo antes de su fatal desenlace.
- Acciones legales: La familia, representada por el bufete Vosseler Abogados, ha solicitado el historial clínico completo, la identificación de todo el personal que la atendió y las grabaciones de las cámaras de seguridad.
Crónica de un final anunciado: las cinco visitas al hospital
La pesadilla para Samara y su familia comenzó días antes de la Navidad de 2024. Aquejada por un dolor abdominal intenso, que no remitía, acudió al servicio de Urgencias del Hospital de Llerena. Sin embargo, una y otra vez, según el relato de la familia, fue enviada a casa con un diagnóstico que no se correspondía con la gravedad de su estado.
La quinta y última visita, el 29 de diciembre, fue el punto de no retorno. En esa ocasión, los médicos finalmente detectaron la gravedad de la situación. Para entonces, ya era demasiado tarde. El corazón de su bebé ya no latía. Tras inducirle el parto para extraer el feto sin vida, Samara entró en parada cardiorrespiratoria. El equipo médico intentó reanimarla durante 45 agónicos minutos, pero su cuerpo no resistió. La causa subyacente, la peritonitis, había avanzado de forma silenciosa y letal.
El abogado de la familia, Javier Benito, ha calificado los hechos de «extremadamente graves» y ha puesto el foco en la presunta falta de un diagnóstico adecuado. «¿Cómo es posible que una paciente con un cuadro de peritonitis aguda, que es una urgencia médica de primer nivel, sea enviada a casa repetidamente?», se pregunta la representación legal. La querella busca ahora reconstruir el puzle de sus últimas horas: qué pruebas se le practicaron, quién la atendió en cada visita y por qué no se activaron las alarmas ante un dolor persistente y agudo en una paciente gestante, considerada de alto riesgo.
La peritonitis: un enemigo silencioso y mortal
Para entender la magnitud del caso, es crucial saber qué es la peritonitis. Se trata de la inflamación del peritoneo, la membrana que recubre la cavidad abdominal. Generalmente es causada por una infección bacteriana o fúngica. Sus síntomas incluyen dolor abdominal severo, fiebre, náuseas y fatiga. Es una condición que requiere diagnóstico y tratamiento antibiótico y, a menudo, quirúrgico inmediato.
En una mujer embarazada, el diagnóstico puede ser más complejo, ya que los síntomas pueden enmascararse con molestias típicas de la gestación. Sin embargo, precisamente por ello, los protocolos médicos exigen una diligencia extrema. Un retraso en el diagnóstico, como el que se investiga en este caso, puede derivar en una sepsis generalizada y un fallo multiorgánico, desenlace que tristemente parece compatible con el final de Samara. Investigan al SES por homicidio imprudente la muerte de la joven embarazada en Badajoz
Reflexión final: Cuando el sistema debe escuchar
Más allá de la batalla legal que ahora comienza, la tragedia de Samara Calvete arroja una sombra de duda sobre un pilar fundamental de nuestra sociedad: la confianza en el sistema sanitario. Este caso no habla de un error puntual, sino de la posible existencia de una fisura sistémica en la atención primaria y de urgencias, a menudo desbordadas.
La historia de Samara es un doloroso recordatorio de la importancia de escuchar al paciente. El dolor es una señal de alarma del cuerpo, y la insistencia de un enfermo que busca ayuda nunca debería ser subestimada. Mientras la justicia sigue su curso para determinar si hubo responsabilidad penal, queda una reflexión ineludible sobre los recursos, la presión asistencial y los protocolos que rigen la sanidad. La familia de Samara ya no solo busca justicia para ella; su lucha se ha convertido en un clamor para que ninguna otra persona tenga que vivir una odisea similar en busca de un diagnóstico que pueda salvarle la vida. La verdad, la justicia y la reparación son ahora el único consuelo posible para una familia rota.
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